Tras la movilización convocada por la Coordinadora Estatal de Defensa del Sistema Público de Pensiones, y en Catalunya por la Marea Pensionista, hemos cogido a partidos, sindicatos y Gobierno con el paso cambiado y están nerviosos. Como dice Gabilondo: «Los viejos empezamos a dar miedo». Voy a tratar de aclarar de donde viene el problema del SPP.

Empezaremos por el Pacto de Toledo, un verdadero torpedo a la línea de flotación del SPP, donde partidos y sindicatos firman la separación del pago de las pensiones contributivas de los PGE, que pasan a pagarse solo con cotizaciones sociales. Lo que provoca de inmediato es la utilización del Gobierno del voto de los pensionistas, el llamado voto cautivo. Y lo peor está por venir. Siguiendo instrucciones del FMI y el BM se empieza a desmantelar la industria del país, donde están ubicados los trabajos de calidad y que más cotizan. Solchaga desmanteló la industria naval, la siderurgia, las telecomunicaciones y la minería. Y el SPP empieza a resentirse. España pasa a depender del turismo y de los servicios, con contratos inestables, salarios bajos y empleos de poca calidad.

Además PSOE y PP aprueban reformas laborales destinadas a empobrecer la contratación, los salarios y la negociación colectiva. Y de aquellos polvos, estos lodos.

Ahora nos dicen de forma machacona, que la población se envejece y que tenemos pocos trabajadores por pensionista. Damos por obvio que es cierto, pero lo entendemos como un gran avance social para todos, no como un perjuicio. Ahora bien, no nos hablan de la productividad y su tremendo crecimiento por trabajador en estos últimos años, ni de la robotización de las empresas, ni de la revolución 4.0. Como pude decir hace días en un medio televisivo “somos mayores pero no somos imbéciles”.

Nos hablan de que las pensiones en España son caras, pero esconden que el 65% de ellas no pagan IRPF, lo que quiere decir que no llegan a los 12.000 euros al año, ni de que España gasta en pensiones un 11,5 del PIB, mientras que Italia y Francia gastan un 14 y un 13,5; ni nos hablan de que la Carta Social Europea fija un mínimo vital digno en 1.080 euros, algo a lo que no llega la media de la pensión en España, esto es la simple división del total del gasto, por la suma de todas ellas.

Nos dicen que el SPP tiene déficit, pero no dicen que lo han creado ellos mismos para meter miedo a los ciudadanos para que abran Planes de Pensiones Privados. Ese es el meollo de la cuestión: dar la gestión del dinero público a los bancos y aseguradoras. Porque si es cierto que el SPP tiene déficit, algo que como hemos dicho se ha facilitado desde el poder político: ¿Qué sentido tiene que sigamos pagando las deducciones fiscales de los Planes de Pensiones Privados? ¿O que las cotizaciones sociales financien los gastos de funcionamiento de la SS? ¿O las tarifas planas a las empresas como fomento del empleo? ¿O que se siga topando la base de cotización? ¿O siga sin controlarse el fraude y la evasión fiscal? ¿0 los millones de horas extraordinarias que ni se pagan ni cotizan? ¿O los falsos autónomos? ¿Porque cuando hablamos del déficit de la SS o del SPP no hablamos del déficit del Ejercito, o del Senado de la Casa Real y de tantos otros?

El SPP de pensiones es un servicio público y un derecho constitucional, por lo tanto es una obligación de los poderes públicos mantenerlo y mejorarlo. Déficit o superávit son términos bursátiles de las empresas del IBEX 35, los derechos de la gente son derechos y se han de respetar.

¿Estamos dispuestos como sociedad a dejar en la indigencia a nuestros mayores, esos que con tanto esfuerzo y sufrimiento han conseguido conquistar los derechos que nosotros disfrutamos? ¿O estamos dispuestos a que nuestros hijos y nuestros nietos no tengan pensión pública en el futuro?

Portavoz adjunto de la Coordinadora Estatal de Defensa del SPP y de la Marea Pensionista.