Desde finales de los años 80, el FMl, el BCE, el BM, entidades financieras, grandes bancos y aseguradoras promovieron una campaña que persiste, consistente en hacernos creer que el sistema de público de pensiones está abocado a la quiebra que según ellos tendría lugar en el año 2002. Naturalmente los pronósticos resultaron ser falsos y el sistema de pensiones siguió arrojando superávit hasta el año 2011 pero ellos siguieron con las mismas porque de lo que se trataba y se trata es de convencer a toda la sociedad de que el sistema es inviable. Buscan obligar a que los trabajadores depositen sus ahorros en Planes de Pensiones Privados (PPP), para ello previamente tienen que convencerlos de que cuando ellos se jubilen ya no habrá pensiones públicas. Lamentablemente están convenciendo a muchos jóvenes que renuncian a defender sus derechos.
Es curioso que unos jóvenes que teóricamente son la generación mejor formada (se supone que también en aritmética) no sepan que con el sistema de reparto intergeneracional que tenemos en España, siempre hay pensión, siempre hay cotizaciones de los que trabajan, es decir una cantidad con las que se pueden pagar las pensiones. El problema es el de los desequilibrios, es decir, que la cantidad sea insuficiente y el Estado tenga que aportar dinero ya que entre 1963 y 2011 no existía la hucha de las pensiones en donde colocar los excedentes. Si el estado realiza la auditoría que le pide la Marea Pensionista se pondrá en evidencia que en la «hucha» tendría que haber unos 800.000 millones de euros, con el que se podría cubrir cualquier déficit durante el siglo XXI..