- Los independentistas contemplan un crédito puente para pagar el primer mes
No sólo garantizarán el cobro sino que “revalorizarán” las pensionesdesde el minuto uno de la independencia para “devolver la dignidad a nuestros mayores”. Este es el objetivo consensuado entre Junts pel Sí y la CUP en la redacción de la ponencia conjunta de la Ley de la Agencia de Protecció Social de Catalunya, de la seguridad social de una virtual Catalunya independiente, en relación a la ley de Transitoriedad. Así, los pensionistas de la Catalunya del día siguiente de la independencia, verán incrementada su pensión. Este es el compromiso que ha explicado este jueves uno de los gurúes del Govern en la materia y secretario de Treball, Afers Socials y Famílies del ejecutivo catalán, Josep Ginesta.
En una conferencia en Sant Cugat, Ginesta ha desgranado la situación actual de las pensiones en Catalunya, cómo se está desarrollando la arquitectura del futuro sistema de pensiones y los planes de contingencia en caso de independencia previstos para, no sólo hacer cumplir a los cotizantes, sino también obligar al Gobierno a pagar las pensiones a los ciudadanos que vivan en una Catalunya independiente.
Según Ginesta, si España no paga, la Generalitat tiene previsto incluso un crédito puente para aguantar el primer mes, el plazo máximo en que, a tenor del Govern, el Estado se verá obligado a cambiar de estrategia y pagará.
Continuidad española
Ginesta ha dejado claro, sin embargo, que por los principios de sucesión de ordenamientos jurídicos y el principio de transitoriedad, “de entrada, las pensiones serán como las tenemos de ahora, con la norma española”. Para el secretario del Govern, el primer día “no podemos transformar el sistema”, porqué “será un debate del día siguiente de la independencia”.
A pesar de esta continuidad, Ginesta ha advertido que habrá “excepciones”. “El primer día hemos de hacer cosas diferentes a las que hace España”, ha subrayado. Principalmente, una “esencial” y es la de “revalorizar las pensiones al mismo ritmo que se incrementa el coste de la vida”. “Hemos de devolver el poder adquisitivo a la gente mayor de este país, tenemos que devolver la dignidad a nuestros mayores, hemos de retornar el esfuerzo a aquellas dos o tres generaciones que de la miseria de la Guerra Civil nos llevaron a ser a unos de los motores de Europa, este esfuerzo de estas generaciones solo podremos retornarlos con dignidad, si somos capaces, de entrada, desde el primer momento de comprometernos a revalorizar las pensiones de acuerdo con el coste de la vida”, ha detallado.
“Esto sería tanto como decir que desde el primer momento no aplicaríamos en el 0,25% de incremento actual, por debajo de lo que se incrementa el coste de la vida, esto es volver la dignidad, esta es una de las excepciones”, ha concluido.
Cómo será la agencia
El número dos de la consellera Dolors Bassa ha definido la Agència de Protecció Social Catalana, como una “estructura administrativa con valores principales”. Estos valores son su “carácter público, con auditoría previa y posterior”; gestión pública; tramitación; legalidad, eficiencia y participación.
El planteamiento de la futura seguridad social catalana es que “su caja” esté “aislada de la dinámica presupuestaria, de manera que los ciclos económicos no afecten al sistema de pensiones. Además , para el Govern, debe haber una sociedad civil organizada como patronal o sindicatos que garanticen la transparencia presupuestaria. También apuesta por centralizar bajo una sola estructura las 175 prestaciones sociales diferentes que hay en Catalunya.
Los cuatro escenarios
Ginesta ha esbozado los tres escenarios que contemplan para garantizar las pensiones el día siguiente de la independencia. “Hay que garantizar los 29.000 millones anuales de las pensiones en Catalunya; un 23% de los ingresos económicos del país”, ha destacado.
Un primer escenario, pactado. Al cual, como primer escenario, da poca o nula confianza. Un escenario con negociación de activos y pasivos. Catalunya asume activos y pasivos y paga las pensiones.
En segundo lugar, un escenario donde España debe pagar sus pensiones a pesar de una “desconexión no negociada”. “Lo dice la ley de la Seguridad Social, la ley de Estranjería o la Constitución, que deben pagar la pensión”, ha sentenciado. Además, el Estado está en la Unión Europea, que regula las cláusulas de residencia. Esto es, se obliga al Estado español a pagar las prestaciones cotizadas en el mismo Estado. Este escenario no lo contemplan puesto que la Generalitat sería la encargada de cobrar las cotizaciones y, en cambio, España de pagar. “Esta situación atenazaría la economía española”, apunta.
El tercer escenario supone que el Estado decide no pagar y ,en cambio, pretende cobrar las cotizaciones. Una situación que Ginesta no cree que se dé. “Pero si España deja de pagar sus pensiones, ya hemos ganado, puesto que su credibilidad como Estado queda en entredicho y el pacto de no concurrencia dura tres segundos”.” En este caso deberíamos recurrir a un crédito puente para hacer frente el primer mes, unos 2.500 millones de euros”, recomienda para luego mostrarse convencido de que, al fin y al cabo, “España llamará a la puerta para negociar”, enfatiza.
Un agujero suficientemente grande
Para Ginesta, España se verá obligada a negociar “cuando los catalanes se crean la nueva legalidad”. “Esto implica hacer un agujero bastante grande en favor de la recaudación catalana de la seguridad social que haga temblar el sistema español, por eso querrán negociar”, apunta convencido. En cualquier caso, Ginesta insta a “marchar corriendo porque España sí que no puede garantizar las pensiones”.