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La austeridad hundió a España en la ‘doble recesion’

170222 Finanzas.com

La austeridad hundió a España en la ‘doble recesion’

Un estudio de un instituto económico alemán concluye que los recortes aplicados en España, Portugal e Italia «neutralizaron en parte» los efectos positivos de las reformas estructurales y hundieron a estas economías en una doble recesión. El documento del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW) considera que «una combinación de políticas más equilibrada» entre ajustes fiscales y políticas de oferta entre 2010 y 2014 hubiese sido más beneficiosa para los países afectados por la crisis de la deuda. «Las medidas de austeridad y subidas de impuestos aplicadas a partir de 2010 no redujeron la deuda soberana en España, Portugal e Italia como estaba previsto», denuncia el informe. Al contrario, estas medidas se cuentan «entre las fuerzas que llevaron a estas tres economías de nuevo a la recesión», en el fenómeno que se conoce también como recesión secundaria. Los expertos del DIW señalan que el fracaso de las políticas aplicadas en muchos países de Europa no se debió tanto a la falta de voluntad reformista de los gobiernos como al efecto perjudicial que tuvieron sobre estas medidas los recortes «dramáticos» y las subidas de impuestos. En el caso de España, el estudio explica que el endurecimiento de las condiciones financieras forzó a los hogares a dedicar una mayor proporción de sus recursos a pagar sus hipotecas. La caída de la renta disponible lastró en consecuencia el consumo de las familias y entonces el gobierno «subió los impuestos y recortó el gasto, lo que tan sólo amplificó el efecto» depresor sobre la economía, explica Mathias Klein, uno de los autores del estudio. «La fuerte caída en el consumo privado redujo el Producto Interior Bruto (PIB) y elevó la ya de por sí alta tasa de desempleo», agrega el economista. La austeridad amplificó los efectos de la recesión reduciendo el potencial productivo a largo plazo, ya que azuzó un desempleo ya al alza por la crisis (sobre todo el paro de larga duración) y desincentivó la inversión en investigación y desarrollo, argumenta el texto. Según el DIW, hubiese sido preferible haber buscado una recuperación «muy lenta», asegura Philipp Engler, coautor de la obra, que asegura que «la consolidación presupuestaria no tiene oportunidades de éxito en un entorno así». Una combinación más equilibrada de medidas, con unos ajustes fiscales moderados, reformas estructurales y una apuesta presupuestaria por la inversión hubiesen tenido un efecto más positivo sobre la economía.

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