El nuevo Gobierno del PSOE tiene un plan para garantizar las pensiones. Después de años de inacción por parte del Gobierno del PP, que lo único que hizo fue poner parches al sistema de Seguridad Social mediante préstamos del Estado que no va a poder devolver, por fin hay un plan concreto para sostener el sistema público de pensiones.
Sin embargo el plan se centra exclusivamente en aumentar los ingresos del sistema, y no en contener los gastos. Por tanto será un plan a medias, pues la presión demográfica hará que todas las medidas de aumentos de gastos sean insuficientes.
El plan que Sánchez tiene en la cabeza fue desgranado en la entrevista que dio ayer en TVE. La estrategia tiene cuatro patas, a cada cual más polémica:
- La primera es «destopar» el máximo de cotización a la Seguridad Social. En la actualidad aquellas personas que ganen más de 45.000 euros llegan al tope y no pagan más a la Seguridad Social por su salario. Es decir, una persona que gane 45.000 euros, 100.000 o 1.000.000 de euros al año pagan lo mismo a la Seguridad Social. ¿Dónde está el truco? Pues que esas tres personas, cuando se jubilen, cobrarán todas lo mismo, la pensión máxima (que este año se sitúa en 36.000 euros).
- La segunda medida es la creación de nuevos impuestos. Aquí Sánchez ha sido bastante ambiguo, pero nos podemos imaginar impuestos especiales a la banca o a multinacionales tecnológicas.
- La tercera medida es eliminar las bonificaciones a la contratación fija. Esto ahora mismo está siendo una sangría para la Seguridad Social y sus efectos sobre la creación de empleo son más que discutibles.
- Y la cuarta medida es la subida de salarios, ya sea con presiones o con nueva legislación (se habla de subir el sueldo mínimo a 14.000 euros al año), con lo que aumentarán los ingresos del sistema pero con la contrapartida de que los derechos adquiridos de los trabajadores supondrán una presión mayor al sistema en el futuro.
La polémica está servida
Todas las ideas tienen sus pros y sus contras. Está claro que el PSOE ha creado una hoja de ruta para salvar las pensiones y eso es bueno. Pero pone la presión exclusivamente en el aumentos de ingresos, cuando también habría que contener los costes.
El aumento de ingresos tiene sus pegas. Si se quitan los topes de cotización está claro que se hace el sistema menos contributivo: los mayores salarios estarán aportando mucho más al sistema de lo que reciben. De hecho esto ya pasa, cualquiera que gane más de 36.000 euros al año está aportando más de lo que recibe en la jubilación. Pero esa franja es estrecha, ya que a partir de 45.000 euros no se cotiza de más, cosa que va a cambiar.
Es innegable que para hacer el sistema sostenible algo de esto tenía que haber, el sistema tenía que ser más solidario y menos contributivo. De hecho es un movimiento que ya se ha dado en los últimos años sin mucho debate, pues la pensión máxima se ha ido congelando mientras que el tope de contribución ha ido subiendo. Ahora si Sánchez aplica lo que ha anunciado el efecto será más bestia.
Por otro lado crear nuevos impuestos y financiar la Seguridad Social no solo con cotizaciones es algo que también se veía venir. De hecho el Estado ha estado realizando préstamos a la Seguridad Social en los últimos años. ¿Es sostenible? El problema es que tiene pinta de que la Seguridad Social se va a ir comiendo todos los recursos del Estado. Y sí, las pensiones es una parte muy importante del Estado del Bienestar, pero si vamos dedicando más y más recursos a esta pata, dejamos cojas las otras (como Sanidad y Educación).
La eliminación de las bonificaciones las veo bastante bien. Como ya he dicho es muy discutible que incentive la creación de empleo y son una sangría. Incentivar el empleo fijo debería hacerse con un tratamiento menos dual de nuestro mercado laboral, por ejemplo equiparando la indemnización de despido de ambos tipos de contratos como propone Ciudadanos (si deberían ser 15, 20 o 33 días por año trabajado es otro tema).
Y por último, la subida de salarios para aumentar ingresos del sistema es pan para hoy y hambre para mañana. Si suben los salarios (los más bajos), se estarán creando en el futuro pensiones más altas. No veo mal que los salarios suban, ni mucho menos, pero esto no es una solución a la larga para las cuentas de la Seguridad Social.
¿Y qué pasa con el factor de sostenibilidad?
El problema de todo esto es que el PSOE no mira en ningún momento a los gastos del sistema. Y la reforma de 2013 tenía cosas buenas que se van a cargar. La Seguridad Social tiene que ser sostenible, tiene que tender de forma automática a déficit cero. El Gobierno anterior no hizo nada para lograrlo y este lo va a intentar subiendo los ingresos, pero la reforma de 2013 tenía estabilizadores automáticos para reducir los gastos si esto no sucedía, el factor de sostenibilidad.
El Gobierno del PSOE podría perfectamente aumentar los ingresos y dejar que el sistema baje automáticamente los gastos si esto no sucede. Pero parece que es un trago muy grande para un partido político que recibe muchos votos de jubilados. Y esto tenderá a incrementarse, no olvidemos que la edad media en España no para de subir y ya anda por los 43 años.